Amancio Ortega gasta 9 millones de euros en los comedores de Inditex con producto «feo e imperfecto»
Madrid Fusión Alimentos de España 2025
El fundador de Zara cuenta con seis restaurantes en Galicia y otros ocho en otras ubicaciones en los que elaboran de forma sostenible 1,5 millones de comidas al año
Ferran Adrià invita a no obsesionarse buscando una nueva revolución que suceda a la que lideró desde elBulli

Senén Barral, responsable del Departamento de Innovación, Infraestructuras y Servicios de Restauración de Inditex, se ha subido al escenario de Madrid Fusión Alimentos de España 2025 para contar cómo trabajan en los comedores de los empleados de Amancio Ortega. Una presentación, ... con la que ha pretendido demostrar que su modelo es más económico por ser ecológico. Un caso de éxito de la manida sostenibilidad en el que la soberanía alimentaria, la economía social y regenerativa forman parte de su proyecto de restauración para sus empleados.
Una partida en la que desde 2016 han pasado de gastar 300.000 euros a los 9 millones de euros de impacto socio-económico en compras locales que emplean en los seis comedores que tienen en las instalaciones de Galicia –cuentan con otros ocho en otras ubicaciones–. Por ellos, tal y como han comentado, pasan 5.500 personas al día. Ello supone la preparación de 1,5 millones de comidas al año.
La cesta de la compra, en un 85% la hacen con proveedores locales, y dentro de ellos, Barral ha destacado que la fórmula para sus servicios de restauración incluyen el 55% de alimentos de kilómetro cero que sale de pequeños productores. «Nos dimos cuenta de que no solo no gastábamos más, sino que además ahorrábamos», ha apuntado. Asimismo ha explicado cómo han empezado a trabajar de la mano con ellos, «programando las cosechas y producciones. «La ventaja es que nosotros tenemos un comensal cautivo. Sabemos los que vamos a tener en cada temporada del año», ha añadido.
«No me gusta nada la palabra sostenibilidad, me gusta más la de regeneración», ha apuntado sobre la forma en la que trabajan. Uno de los puntos de partida es el reaprovechamiento alimentario. Por ejemplo, compran frutas y hortalizas entre un 30 y un 80 % más baratas –consumen unas 17 toneladas al año en sus comedores–. «Es producto feo e imperfecto, que por su aspecto, tamaño o forma, no llegarían a presentarse en un lineal de un supermercado, pero que mantienen intactas sus propiedades», ha descrito. Arándanos, tomates o calabacines, entre otros, se utilizan así para zumos détox, salsas, pures o postres. «Desde 2018, año en el que implantaron esta medida, se han ahorrado 25.500 euros al año en esta partida», aseguró. También comprar pescados de descarte.
Proveedores de restaurantes y mercadillos locales
Inditex cuenta con más de 200 proveedores de restaurantes y mercadillos locales a los que compra sus frutas y verduras, lácteos, cereales, pescados, carnes, bebidas, postres y flores. No solo para la comida diaria de sus empleados –cuentan con delivery asimismo–, sino también para detalles como sus célebres cestas de navidad.
Cada año reparten 50.000 unidades que defienden como próximas al 'zero waste' sin que ello suponga un «incremento de coste». «Esta diseñada con criterios de ecodiseño e incluye 22 productos gastronómicos de calidad y responsabilidad social. Simplificamos su empaquetado al cliente. Los proveedores envían sus artículos a granel y en cajas baúl de gran capacidad, reduciendo así sus costos de consumibles. La propia cesta está elaborada con cartón y textil reciclado e incorpora en las solapas adornos navideños troquelados. Hemos eliminado la impresión en solapas de la lista de artículos y la hemos sustituido por un QR», ha detallado.
En total, para esta acción emplean casi un millón de productos. «En el 2021 incluimos dos botellas de bebidas ECO 100% de vidrio origen reciclado y en 2023 botellas de gaseosa vintage reutilizadas», ha añadido sobre otras ideas que han permitido llevar a cabo esa unión entre economía y ecología.
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Por último, Senén Barral ha descrito los cambios que han asumido y que, al principio, parecían «imposibles de llevar a cabo»: no trabajan con latas ni plásticos, utilizan servilletas de papel reciclado, no compran nada en tetrabriks, han eliminado las cápsulas de café –compran Arábica de mayor calidad a granel a un precio más económico–, no tienen cubiertos desechables –todos ellos son de acero inoxidable–, todos los vasos son de cristal, reciclan el agua usada y donan las comidas que sobran –unas mil a la semana–.
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